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"Se quedó sin nafta":
por qué se frenó la venta de maquinaria agrícola
Lola Loustalot
cronista.com
La venta de maquinaria agrícola cerró 2024 con 6515 unidades patentadas, una
caída del 7,4% respecto al nivel del año anterior. Esto se dio en medio de la crisis del
campo, que hace unas semanas tuvo como protagonistas a tres empresas del agro que
informaron que no podrían hacer frente a sus vencimientos de deuda, a raíz de una fuerte
inestabilidad financiera en sus flujos de fondo.
Además, contrario a otros sectores de la economía, que proyectan crecer en 2025 -como la
industria energética o empresas de consumo masivo-, el sector espera una baja en la
actividad de alrededor de 10 por ciento.
Según informó la división de maquinaria agrícola de Acara, la organización que
recopila datos del mercado automotor en la Argentina, durante diciembre de 2024 se
vendieron 544 unidades entre cosechadoras de granos, tractores y pulverizadoras. Esto
representó una baja mensual de 5,4% respecto a noviembre del mismo año.
En el acumulado anual, precisamente, se registraron 6515 unidades, frente a las 7034 de
2023, que ya había sido catalogado como un año "para el olvido" por
empresarios del sector, en gran medida a raíz de la sequía que afectó la campaña
22/23. De hecho, las ventas de ese año fueron un 9,2% más bajas que las de 2022.
"Se fue 2024, un año lleno de altibajos y cambios de humor, con expectativas altas,
pero con deseos incumplidos", indicó Acara en un comunicado. Asimismo, la
asociación reconoció que la industria está actualmente por debajo de los promedios
históricos y "lejos de lo que necesita el país en términos de renovación
tecnológica en el campo".
De hecho, hace menos de dos meses, los fabricantes de maquinaria especializada, que
empezaron 2024 con una caída interanual del 40% en sus ventas, solicitaron opciones de
financiación e incentivos para la compra de este tipo de activos.
En un comunicado fechado el 12 de noviembre de 2024 y está dirigido al presidente Javier
Milei, las empresas reunidas en la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y
otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) solicitaron al Gobierno la creación
de medidas que impulsen la renovación del parque de maquinaria en el país.
Según establece el comunicado de las fábricas -participan John Deere, Massey Ferguson y
CASE IH, entre otras-, la falta de financiamiento y la carga impositiva dificultan que los
productores inviertan en nuevos equipos especializados. De esta manera, se pone un freno a
la producción y limita la productividad del suelo argentino.
Para 2025, el sector se propuso recuperar la actividad en al menos un 20% y, así, volver
a los valores promedio para la industria. Sin embargo, las proyecciones no son tan
optimistas. "En los últimos días, las complicaciones de cumplimiento de compromisos
financieros de jugadores importantes del agro le ponen una incertidumbre más a un sector
que viene golpeado", finalizó Acara.
Según datos del sector, entre el 70% y el 80% de los tractores que forman parte del
parque actual tienen más de 15 años, mientras que el 70% de las cosechadoras tiene una
década de vida. La antigüedad del parque de equipos especializados para el agro genera
desventajas para un sector fuertemente exportador y recaudador de divisas.
La incertidumbre, el condimento principal del campo
Expectativas erróneas, costos altos y precios -internacionales y locales- bajos y la
adaptación a nuevo régimen monetario. Esas son algunas de las claves que explican la
realidad de las empresas del sector agroindustrial, a la vez que marcan un antes y un
después en la forma de hacer negocios en el campo.
A inicios del año pasado, el Gobierno encaró un programa económico con dos objetivos
principales: bajar la inflación y revertir el déficit fiscal. Esto se tradujo en altos
índices de inflación durante la primera mitad de 2024, lo que incitó a las empresas a
'protegerse' mediante la compra de activos como, por ejemplo, insumos, fertilizantes,
agroquímicos o maquinaria.
"Todos estaban en carrera para posicionarse en algo que tuviera mayor valor que el
peso. Eso, ahora, se paga", aseguró Adrián Poletti, productor agropecuario y asesor
comercial para empresas del sector, a la vez que indicó que, de ahora en más, las
empresas deberán readecuarse un nuevo sistema monetario y comercial en el que ya no sirve
acumular el stock, sino que es necesario hacerlo rotar.
Más allá de que la caída de los precios internacionales de la materia prima es un hecho
que afecta a productores y empresas de todos los países de la región -Brasil,
principalmente-, la Argentina tiene un 'condimento' extra que complica aún más las
circunstancias: los impuestos locales y las retenciones.
Entonces, con márgenes ajustados y sin una fecha estimada para la reducción -o quita- de
los derechos de exportación, la inversión en maquinaria especializada queda en un
segundo plano.
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