

























AGROAREA ®
©1994-2023 | NIC.AR | Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o
parcial sin la expresa autorización de sus editores. Contenidos del web con deposito de
propiedad intelectual protegida según ley 11.723 de la República Argentina y aplicable
en tribunales Internacionales. AGROAREA es una denominación de origen agro web mundial y
hace valer sus derechos habientes desde 1995 a la fecha.
AGROAREA Redacción y edición
digital: Telefax: 54-11-5368-1696 / Buenos Aires, ARGENTINA.
|




Banco imágenes AGROAREA. No Integra el artículo original
Hay temor: en el negocio de
engorde de hacienda pierden $3 millones por camión que se vende
Pilar Vazquez
lanacion.com.ar
Una vez más, el aumento de los costos de alimentación y la suba del valor de
reposición de la invernada hacen que los números en los feedlots, establecimientos de
engorde a corral, no cierren. En el sector aseguran que pierden hasta $65.000 por animal
que alimentan, lo que equivale a una pérdida de $3 millones por camión con hacienda.
Los dos costos principales de esta actividad, que son la alimentación y la
invernada de reposición, están por encima del valor del ganado terminado, apuntó
Juan Eiras, un productor ganadero y feedlotero que es uno de los directivos de la de la
Cámara Argentina de Feedlot (CAF).
En ese sentido, explica que la compra del ternero o ternera flaca se hace a $1200 por
kilo. Cada kilo de engorde tiene un costo que oscila entre $1100 y $1200, mientras que la
venta se realiza a aproximadamente $1000.
Es decir, que con un peso típico de consumo de 150 kilos por novillo [el kilaje que
se engorda], se genera una pérdida de $200 en la compra y otra de $200 en el proceso de
engorde, lo que resulta en una pérdida total de aproximadamente $65.000?, señaló. Este
cálculo es sin contar los gastos extra como fletes y comisiones, entre otros.
Eiras indicó que lograr el equilibrio sería factible con un precio de venta cercano a
los $1200 por kilo, siempre y cuando se ajuste según la evolución prevista de los costos
de alimentación y reposición en la invernada, los cuales se espera que continúen en
aumento.
Eiras destacó que el valor del ganado gordo quedó absolutamente
distorsionado después de todos los manoseos que sufrió en la semana
posterior a las PASO, en términos de presiones, manejos y desmanejos para mitigar el
aumento de esa semana. Comentó: La carne queda cada vez más atrapada con
respecto a otros bienes de la economía.
En relación con los costos de alimentación, Eiras dijo que vienen de un escenario de
escasez por la sequía y las dificultades que hubo para sembrar maíz temprano, a lo que
ahora se suma una tendencia al aumento o la revalorización del dólar oficial. Esto
siendo que todos los granos y sus subproductos cotizan a dicho tipo de cambio.
No hay manera que la alimentación de aquí a marzo baje, no sabemos a qué ritmo,
pero sí siempre va a ir en aumento. Sumado a que para nosotros el problema no solo es el
costo que va a tener por los altos precios, sino también porque está en riesgo el
abastecimiento fluido, precisó.
Remarcó que actualmente ya hay establecimientos que prestan servicios de engorde que
cerraron el ingreso de hacienda ante la incertidumbre sobre la disponibilidad de alimento.
Hay temor de no poder conseguir alimentos más allá del precio, expresó.
Agregó que en los planteos de hacienda propia se están buscando alternativas luego de
las lluvias que mejoraron la oferta de forraje. Tenemos una situación en donde
claramente el quebranto actual, sumado a estas situaciones que se van a dar, no ayudan
para nada, afirmó.
Resulta improbable que disminuyan ambos costos, ya que la reposición en la
invernada se ve afectada por la escasez y el aumento de las lluvias [que hace que se
busque aprovechar en el campo el mayor pasto]. Además, los granos y subproductos
vinculados, entre otras cosas, a la cotización del dólar oficial, tampoco muestran
perspectivas de reducción, agregó.



|