


























AGROAREA ®
©1994-2025 | NIC.AR | Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o
parcial sin la expresa autorización de sus editores. Contenidos del web con deposito de
propiedad intelectual protegida según ley 11.723 de la República Argentina y aplicable
en tribunales Internacionales. AGROAREA es una denominación de origen agro web mundial y
hace valer sus derechos habientes desde 1995 a la fecha.
AGROAREA Redacción y edición
digital: Telefax: 54-11-5368-1696 / Buenos Aires, ARGENTINA.
|

  
30 aniversario del
portal agropecuario argentino con mayor permanencia en Internet


Banco
imágenes AGROAREA. No Integra el artículo original
Las lluvias de enero no alcanzaron
a despejar el escenario de sequía
lacapital.com.ar
Enero se despide con lluvias. Las tormentas volvieron a la región en las
últimas dos semanas, pero con acumulados muy dispares. Tan es así, que el mapa de
lluvias realizado con las 36 estaciones de la red GEA/BCR, no logra ser tan representativo
como lo lo suele ser. De todas formas, puede apreciarse que, salvo algunos focos de
lluvias en el departamento Gral López y en el extremo noroeste (donde las lluvias
superaron holgadamente los 60 mm), se recibieron entre 30% y 40% de la media mensual de
enero, que está entre 120 y 130 mm. Así, termina enero con la condición de sequía en
el 43% de la región, con escasez en el 50% y con reservas regulares a adecuadas en solo
un 7% de la zona.
Según el consultor Alfredo Elorriaga, los pronósticos indican en el comienzo de febrero
el avance de un sistema frontal provocará cierta actividad pluvial, aunque más bien
escasa. Le seguirá una circulación desde el norte de una masa de aire tropical, cálida
pero seca.
Con este cuadro, la campaña es altamente heterogénea. Pero, en general, hay una falta de
agua significativa en el momento crítico para la soja, que se extiende del 15/1 al 15/2
para la región. Por eso, las lluvias en cada semana de este periodo son claves.
Entre la vida y la muerte
Donde llovió la soja de primera sigue en carrera, donde no, peligra la
supervivencia del cultivo, sentenciaron Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián
Russo, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Si bien en la última semana mejoraron los lotes, se mantienen los cuadros regulares a
malos en el 50% de la región. Un 60% de la soja se encuentra fructificando (entre R3 y
R4) y un 5% comenzando el llenado de granos (R5). El resto está en floración (entre R1 y
R2).
En Tortugas y los alrededores de Rosario, la falta de lluvias en los próximos días
podría tener consecuencias irreversibles. En Pergamino, el cultivo aún mantiene su
capacidad de compensación, pero no hay agua en el suelo para el llenado de granos.
Algunas localidades acumularon solo 20 mm entre diciembre y enero, volviendo
imposible la recuperación sin lluvias inmediatas, advierten los ingenieros
agrónomos de la región. En Junín, se estiman rindes de entre 32 y 38 qq/ha, pero hay
muchos cuadros que perdieron demasiados nudos debido al estrés hídrico. En Teodelina, es
imprescindible que llueva la próxima semana para sostener 35 a 40 qq/ha. En Carlos
Pellegrini, la soja retomó su desarrollo, pero necesita 40 mm en los próximos 10 días.
Las lluvias trajeron un fuerte alivio en Bigand. En Bombal, la soja presenta un muy buen
estado, sin hojas amarillas ni signos de deterioro. Pero la continuidad de las
lluvias será clave, coinciden en señalar los técnicos.
En soja de segunda hay margen para recuperarse, pero también hay muerte de plantas y
crecimiento atrasado. Mientras que en algunas áreas aún hay margen para recuperar
potencial de rendimiento con lluvias oportunas, en otras la situación ya parece
irreversible. La uniformidad y la continuidad de las precipitaciones en las próximas
semanas serán determinantes para definir el resultado de la campaña.
Daño intenso
El Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) en la región núcleo según
imágenes del satélite Sentinel-2 para finales de enero de las últimas tres campañas
gruesas. El NDVI identifica las áreas que han experimentado un crecimiento vegetal más
vigoroso o más débil, por lo que detecta el impacto de condiciones climáticas adversas,
como sequías, entre otros factores. En la comparación puede notarse cómo la falta de
agua en el 2023 era más extensa, alcanzando sobre todo al oeste del norte de Bs As y a
buena parte del centro sur de Santa Fe, mientras que en 2025 se ve que la zona más
afectada abarca al norte bonaerense, pero se ve un nivel de daño comparable al del 2023.
Para 2024 se debe tener en cuenta que en la segunda quincena de enero faltaron las
lluvias; igualmente el contraste de condiciones es evidente.
La brecha maicera
En el norte bonaerense las caídas en el potencial de rinde superarían el 50% con
promedios de 50 a 65 qq/ha. Es altamente posible que haya lotes con pérdidas totales en
los escenarios más críticos de la zona. En el centro-sur de Santa Fe y el sureste
cordobés se proyectan los mejores rindes, con promedios que podrían rondar los 100
qq/ha. En el sur santafesino, la proyección cae a 90 qq/ha.
El maíz temprano va terminando su ciclo en la región núcleo y los especialistas
advierten sobre el adelantamiento de la cosecha, sobre todo en las áreas más golpeadas,
como es el caso de Pergamino. Es importante recordar que en esta campaña hubo dos tandas
de fechas de siembra muy marcadas: las siembras que se pudieron hacer gracias a las
lluvias de Santa Rosa (finales de agosto). La otra tanda se sembró cuando volvieron las
lluvias a partir de la 2da quincena de octubre. El adelantamiento tiene que ver con la
primera tanda, que en general sorteó mejor la falta de agua y tendrá rendimientos mucho
mayores. De todas maneras esta tanda fue afectada en el llenado, por lo que el
adelantamiento del ciclo por el estrés termohídrico se reflejará con labores que se
adelantarán incluso a la 2da quincena de febrero, para ir tomando fuerza a partir de
marzo.



|